viernes, 6 de mayo de 2016

Los nidos del cuco

Hay cosas que no pueden dejar de sorprenderme, e imagino que tres cuartos de lo mismo le ocurrirá a mucha gente. No hace muchos días casi el total de los concejales del PP en el Ayuntamiento de Valencia eran detenidos, entre gran aparato mediático, por el -supongo que- terrible delito de haber blanqueado mil euros cada uno. Nueve concejales, a mil euros, nueve mil euros. Eso sí es lavar, y no lo de los detergentes. Nueve mil euros. Un millón y medio de las antiguas pesetas.  Unos días después, escondido en algún rincón de cierto periódico, aparece la noticia, a lo que se ve carente de toda importancia, de que el Clan Pujol, con el ya nada honorable Jordi a la cabeza, nos ha chorizado a todos los españoles, y en particular a los catalanes, la poco despreciable cifra de 3.300 millones de euros. Han leído bien. Tres mil trescientos millones de euros. Lo que en román paladino veía siendo, antes del euro, quinientos cincuenta y cinco mil seiscientos cincuenta y tres millones de pesetas. Sí, han vuelto a leer bien: 555.653.800.000, para ser exactos. Esa gentuza se ha llevado tal cantidad de dinero que ni siquiera somos capaces de imaginarla. Han acumulado entre Panamá y Belice una fortuna que para sí la quisiera cualquier empresario. Y sin haber creado Inditex ni nada, oiga. Pero de tan terrible escándalo, se dirá el amable lector, habrá dado cuenta la prensa en grandes titulares, primera página y a cuatro columnas.  Pues el amable lector se equivoca. Ni uno solo de los grandes medios escritos ha dedicado una sola línea al asunto. Ni un telediario, ese que ha dado nombre a una pena injusta y arbitraria al sacar las detenciones de ciertos imputados en sus informativos, ha abierto las noticias con las imágenes de esa familia de chorizos. Será que no eran del PP.
Pero no acaba ahí la gravedad del tema. Al parecer, por causa del más que turbio asunto en que está metido Manos Limpias (desde ahora, Manos Sucias), el caso Pujol se ha quedado sin acusación popular, lo que, según informa "El Confidencial" deja vía libre a la fiscalía para pactar con el clan "una condena simbólica". Sí, han vuelto a leer bien. Una condena simbólica por robar quinientos cincuenta mil millones. Y pico. Claro está que con esa cantidad de dinero pueden comprarse la cárcel entera, con presos y funcionarios incluídos, y así no hay condena que valga. Será por eso, digo yo. No creo, ni por asomo, que sea por ese comentario que hizo el nada-honorable Pujol en su comparecencia en el Parlament sobre algo relacionado con mover el árbol y caerse los nidos, aunque las malas lenguas dicen que muchos al oírlo pasaron del rojo o el azul al verde y al amarillo, y aún están tratando de sujetar el árbol no sea que de verdad se caiga algún nido más, que ya ha habido bastante con Bárcenas, los Eres, Granados, Chaves y Griñán, y tampoco vamos a destapar ahora la caja de los truenos.

Tal vez sean los dichosos nidos también los causantes de que la familia al completo no esté en la cárcel como sería lo lógico, y aprovechen los ratos libres para cambiar su fortuna de banco, que si Andorra, que si Belice, que si Panamá, que esto es muy complicado, oiga, que es mucha cantidad y no se hace en un ratito, y total, si no se van a atrever, que papá Jordi lo tiene todo atado y bien atado. Que hay mucho zumo de alcantarilla, y quien más quien menos ha tenido que financiar de estrangis  al partido, y esto es como las películas de Almodóvar: Al final, nunca pasa nada.

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